Iluminación en vehículos

Un tema importante durante 100 años: Ver y ser visto en el tránsito vial.

17 sept 2025 Seguridad en carretera
  • Ya en 1928, DEKRA señaló la importancia de la iluminación de los vehículos.
  • Muchos accidentes mortales ocurren en la oscuridad.
  • La modernización es posible dentro de los límites de las normativas específicas.

Los conductores habituales saben que no hay nada más agotador que los largos viajes nocturnos. Y si los faros no funcionan correctamente, la situación puede volverse peligrosa rápidamente, especialmente para los peatones, a los que a menudo se ve demasiado tarde en las carreteras rurales o en las ciudades. Una cosa está clara: conducir con luces defectuosas o mal ajustadas pone en peligro tanto a uno mismo como a los demás. Un vistazo a la revista «DEKRA Magazine» de la década de 1920 muestra que no se trata de un problema nuevo.

Al atardecer, con niebla o lluvia, se hace evidente lo bien que funcionan los faros y si iluminan suficientemente la carretera sin deslumbrar a los vehículos que circulan en sentido contrario. Muchos conductores se toman este tema a la ligera y conducen con luces defectuosas o mal ajustadas. Muchos vehículos tienen defectos en el sistema de iluminación, especialmente en las luces de cruce, que son las más importantes para ver y ser visto.
Ya en 1928 y 1929, la revista «DEKRA Magazine» escribía:
«Los conductores no solo necesitan luces potentes, sino también luces fiables que nunca les fallen. Sus vidas dependen de ello. Hoy en día, los faros también están sujetos a normas muy estrictas. No solo deben proporcionar una gran potencia lumínica, sino también ser duraderos y tener un diseño atractivo».
«Todos los vehículos deben estar equipados con al menos dos linternas de gran luminosidad, situadas a la misma altura, que indiquen los límites laterales del vehículo, con cristal incoloro o ligeramente amarillento, y que proyecten la luz sobre la carretera de tal manera que el conductor pueda ver la carretera al menos 20 metros [~22 yardas] por delante del vehículo».
Las luces de cruce son las luces más importantes de un coche en condiciones de oscuridad y mal tiempo. Iluminan la carretera sin deslumbrar a los vehículos que circulan en sentido contrario. En condiciones de nubosidad, lluvia o niebla, es recomendable encender las luces de cruce incluso durante el día, ya que mejoran considerablemente la visibilidad. Las luces de circulación diurna o las luces de estacionamiento por sí solas no son suficientes para este fin.
En 1928, DEKRA explicó la situación legal alemana en ese momento con respecto a cuándo debían encenderse las luces:
«En el pasado, existían opiniones contradictorias sobre la interpretación del término «oscuridad». Estas han quedado claramente resueltas con la nueva normativa; ahora no son las condiciones reales las que son decisivas, sino el calendario. El hecho de que la oscuridad llegue antes o dure más tiempo es irrelevante».
Esa era la normativa vigente en aquel momento. A modo de guía, DEKRA publicó un calendario anual con las horas de salida y puesta del sol que los conductores debían respetar. Sin embargo, no hay duda de que tiene más sentido encender o apagar las luces en función de las condiciones reales.
En los vehículos modernos, esto resulta mucho más cómodo gracias a la iluminación automática. Sin embargo, ni siquiera esta funciona siempre a la perfección. Con luz difusa, al circular por túneles o con niebla, a veces reacciona demasiado tarde o no reacciona en absoluto. En tales situaciones, el conductor debe encender las luces manualmente.

Usar correctamente las luces largas, las luces antiniebla y otras luces.

Las luces largas iluminan mucho más lejos que las cortas, pero solo deben utilizarse cuando no hay tráfico en sentido contrario. En caso de niebla o nevada intensa, resultan contraproducentes: los finos cristales de agua en el aire o los copos de nieve dispersan y reflejan la luz, lo que dificulta la visibilidad.
En tales situaciones, es mejor encender las luces antiniebla. Estas iluminan en diagonal la carretera directamente delante del coche. La luz antiniebla trasera, muy brillante, solo debe utilizarse cuando la visibilidad es muy mala; en algunos países solo se permite su uso cuando la visibilidad es inferior a 50 metros (55 yardas). Tan pronto como la visibilidad mejore, debe apagarse de nuevo para no deslumbrar a los conductores que circulan detrás.

No toda la luz es igual.

La tecnología de iluminación en los vehículos ha avanzado enormemente en todos los aspectos durante los últimos 20 años: desde luces de giro y de curva hasta sofisticadas luces LED matriciales que detectan los vehículos que se aproximan y evitan deliberadamente el deslumbramiento mientras iluminan el área circundante. Este último sistema consta de muchos LED que se controlan individualmente. En pocas palabras, el faro enciende y apaga los LED individuales hasta 100 veces por segundo, dependiendo de dónde se necesita la luz y dónde no. Esto garantiza que el coche ilumine siempre la carretera de forma óptima sin deslumbrar a los vehículos que se aproximan ni a los peatones, incluso en las curvas. La ventaja para el conductor: no tiene que encender y apagar manualmente las luces largas, siempre tiene unas condiciones de iluminación óptimas y reduce la fatiga.

Modernización de bombillas modernas

En muchos vehículos antiguos, las bombillas halógenas estándar pueden sustituirse por luces más brillantes. A menudo, las bombillas H4 o H7 pueden incluso sustituirse por LED, si la sustitución cumple con la normativa aplicable. Estas varían ligeramente de un país a otro. Si se pueden utilizar luces LED, estas suelen ser muy superiores a las antiguas luces halógenas. Proporcionan una iluminación de la carretera significativamente mejor y más uniforme, lo que supone una clara ventaja a la hora de detectar peatones o ciclistas, por ejemplo.